jueves, 10 de junio de 2010

X vuelta a ibiza











Bueno después de tanto tiempo, aqui vuelvo... Como ya saben participé en la X vuelta a Ibiza en MTB, llegamos en barco a la isla de Ibiza después de toda la noche navegando, al no pertenecer al Astana o al Euskaltel tuve que dormir en un saco en suelo y esa misma mañana empezó la primera de las 3 etapas, senderos muy bonitos, algunas zonas muy técnicas y algunas zonas rompepiernas, en el equipo que participé, el Pro-bike de Barcelona eramos 42 integrantes. Esta primera etapa fue de Ibiza ciudad hasta Santa gertrudis. Unos 37 kilometros con 700 metros de desnivel acumulado. Y 800 participantes que tomaron la salida. Al terminar la etapa, reponer fuerzas con la comida y otros 18 kilometros hasta el hotel en Sant Antoni y la tarde de descanso para darse un baño en alguna de las bonitas calas, cenar con los compañeros y preparar la etapa del dia siguiente.
2ª etapa, la etapa reina, nos levantamos temprano, almuerzo y control de firmas. Salida en Sant Antoni de Portmany. Casi unos 100 bikers ya no toman la segunda etapa. Etapa de 62 km con 4 puertos de montaña, incluiendo el durisimo puerto de Pujol de sa Caseta. Etapa que incluye tramo de 40 kilometros cronometrados. Desnivel de la etapa 1400 metros. El pelotón rueda junto hasta el Coll d´en Roselló, primer puerto, aqui comienza la crono, despúes llegamos al Coll d´en Serra y a Puig gros segundo puerto, después hacia Es cubells, costa sur-oeste de Ibiza, siempre rodando junto a mi compañero de fatigas, alegrias, penurias y demás; Carles Redondo. Aqui llega el tercer puerto de montaña entre el 15 y el 20% con pendientes del 22% en la parte más criminal, 2 kilometros de dura ascensión. Después bajada y por último el 4º puerto en Paissa d´en Agustinet y últimos 5 km hasta meta en Sant Agustì. Llegamos muy cansados, la etapa a sido muy dura. Vuelta al hotel, tarde libre para compras, playa y puesta de sol. Después cena con el equipo y un poco de ocio por la noche. Tercer y último dia, etapa de las Calas, inicio lluvioso pero al poco de rodar mejora del tiempo que da paso a sol intenso. Un recorrido por preciosas calas ibizencas. En una bajada al estar el terreno mojado de la lluvia me toca besar el suelo, pero sin graves consecuencias. Llegada a meta después de 32 km y barbacoa final. Increible experiencia para ver desde otra perspectiva la increible pitiusa y un 10 para la organización. Después vuelta en barco para Barcelona con unos cuantos nuevos amigos ciclitas.

lunes, 10 de mayo de 2010

Vía verde Girona-Costa Brava

Aprovechando el buen tiempo de semanas atrás y deseoso de estrenar mi nueva horquilla (instalada eficientemente por Andrés, cómo no), volvimos a probar la salida familiar tipo Vía Verde. Esta vez escogimos una vía acondicionada y, por cercanía, fuimos a parar a Santa Cristina d'Aro, uno de los pueblos por donde discurre la vía verde Girona-Costa Brava, con un total de 39 kilómetros ciclables completamente acondicionados, liberados de la circulación de vehículos a motor. Las antiguas estaciones de tren conservan su fachada y sirven ahora como bares o centros de información turística. El desnivel es casi imperceptible para los más entrenados y muy asequible para los menos. En total hicimos 21 Kilómetros que, teniendo en cuenta que llevamos dos niños de corta edad, está muy bien. El día acompañó en todo momento con un sol radiante, a veces incluso un poco pesado. Comimos en un restaurante a pie de la vía verde y decidimos dar un paseo para acabar el día por Tossa de Mar, precioso pueblo costero, en el que visitamos su castillo y parte antigua. Un helado en una terraza y para casa, pensando dónde vamos a pedalear la próxima vez. Opciones no faltan, desde luego...
Os dejo un video con algunas imágenes de la salida.
A ver si Xavi, nuestro miembro más pródigo, nos cuenta algo de las últimas salidas que ha hecho. Por lo que sabemos ha estado en una carrera de tres días en Ibiza y en una de más de 100 Kilómetros en una sola etapa por el desierto de los Monegros. ¡Cuando deje de pedalear que se ponga a escribir, por favor!

lunes, 19 de abril de 2010

Vía Verde del Llobregat































El pasado día 02/05/2010 quedamos Francisco, Andrés y yo con nuestras respectivas familias para hacer una Vía Verde que pudieran completar los más peques, aprovechando las vacaciones de Semana Santa. Consulté los libros de Vías Verdes que tengo (también tiene una página) y escogí la Vía Verde del Llobregat por su proximidad a Mataró, por ser corta (sólo 6 kilómetros, entre Berga y el pantano de la Baells) y por tener un perfil adecuado para ir con niños. Así que ese sábado nos dirigimos todos a la Colonia Rosal, unos kilómetros antes de llegar a Berga. Después de preguntar a algunas personas (la Vía Verde no está señalizada), llegamos a una explanada donde descargamos las bicis y almorzamos. La pista muy llana, pero transitada por vehículos (ahora entiendo por qué ponía en el libro que era una vía no acondicionada). Eliminadas las primeras dudas de si sería aconsejable circular con los niños, nos adentramos en el camino, que resultó ser todo tipo pista ancha, de fácil pedaleo y siempre paralela al río, lo que la hacía más agradable. Tres túneles (dos de ellos en curva y por lo tanto completamente oscuros) hicieron las delicias de los niños: tuvimos que pasar con las luces encendidas. El único problema relativo fue cruzar un puente de unos 50 metros que no tenía barandillas laterales (con tan solo unos hierros y unas vallas plásticas de las obras en sus bordes), aunque con una amplitud de pista tranquilizadora. Llegó un momento en que la pista se interrumpía por faltar un puente sobre el río, por lo que nos vimos obligados a bajar al cauce del mismo. Andrés y yo cruzamos una pasarela hasta la otra orilla y seguimos unos metros la pista que continuaba al otro lado. El problema es que dicha pista era muy cerrada debido a la espesa vegetación que había ganado el espacio, además de que el firme se presentaba muy pedregoso, poco adecuado para el pedaleo de los niños (nos quedamos con las ganas de seguir hasta el pantano de la Baells, pocos kilómetros más allá). Así que vuelta atrás y regreso hasta los coches con alguna caída en el grupo sin mayores consecuencias. Una vez todo descargado y en su sitio, a comer a una brasería para volver a ganar las escasas calorías que habíamos gastado. En definitiva, una vía recomendable para pasear sin esfuerzos, con un entorno privilegiado y con el único inconveniente de compartir pista con algún vehículo a motor. La próxima será una Vía Verde completamente acondicionada, como la que ya hicimos cerca de Olot, por donde sólo puedan cicular bicis y peatones.
Por cierto, me he cargado la amortiguación de la bici y estoy pendiente de que me llegue la nueva horquilla para poder continuar con el ritmillo que llevaba de bici (no muy intenso, pero sí cada día ida y vuelta al trabajo, que ya es algo...). Os dejo algunas fotos de la salida.
Hasta la próxima!.